Alimentos transgenicos en Argentina. Parte 1

Sin saberlo, estás comiendo transgénicos. ¿Qué son?

Con la ingeniería genética hay empresas que colocan genes de pescado en tomates, genes de bacterias en maíz, genes de petuñas en soja y genes de humanos en cerdos.


Un transgénico es un Organismo Genéticamente Modificado (OGM), un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. Las técnicas de ingeniería genética consisten en aislar segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el material hereditario de otro.

La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora genética es que permiten traspasar las barreras entre especies para crear seres vivos que antes no existían en la naturaleza. Se trata de un experimento a gran escala basado en un modelo científico que está en discusión ya que el conocimiento sobre el funcionamiento de los genes es todavía muy limitado y las técnicas actuales de ingeniería genética no permiten controlar los efectos de la inserción de genes extraños en el ADN de un organismo.

Los transgénicos llegaron con la promesa de erradicar el hambre en el mundo, basados en una agricultura de tipo industrial llamada “revolución verde”. Sin embargo, los resultados están a la vista: la frontera agrícola avanzó sobre los bosques nativos, se produjo pérdida de biodiversidad, se concentró la tenencia de la tierra, se aumentó considerablemente el uso de agroquímicos, se contaminaron los suelos, y se perdió soberanía alimentaria.

Consecuencias del uso de Transgénicos

Los riesgos sanitarios a largo plazo de los transgénicos presentes en nuestra alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos no han sido evaluados seriamente y su alcance sigue siendo desconocido. Nuevas alergias, y aparición de nuevos tóxicos son algunos de los riesgos que corremos al consumirlos.

Una vez liberados al medio ambiente los transgénicos no se pueden controlar. La contaminación genética pone en peligro variedades y especies cultivadas tradicionalmente, y es irreversible e impredecible, no se puede volver a la situación de partida.

Las variedades transgénicas pueden contaminar genéticamente a otras variedades de la misma especie o a especies silvestres emparentadas. Por ejemplo, en México, el centro de diversidad y origen mundial del maíz, los maíces transgénicos importados de Estados Unidos están contaminando las variedades tradicionales.

El aumento del uso de productos químicos eliminan o afectan gravemente a la flora y a la fauna. Con las plantas tolerantes a herbicidas, el agricultor debe usar cada vez más cantidad de agrotóxicos para acabar con las llamadas "malas hierbas". Hoy por hoy existen datos que demuestran que, debido a esto, se están utilizando muchos más pesticidas en los cultivos transgénicos que en los convencionales. Con esto, la presencia de glifosato (el herbicida asociado a la soja transgénica RR de Monsanto) en el suelo, en las aguas y en los alimentos es cada vez mayor.

La introducción de los OGM en la agricultura exacerba el monopolio de unas pocas multinacionales sobre la producción de alimentos. Sólo un puñado de empresas (el 90% de los transgénicos están en manos de Monsanto) controlan el mercado de estas semillas y de los productos químicos asociados. Estas multinacionales han patentado sus semillas, han decidido ponerle precio a la vida, cuando la riqueza de la biodiversidad siempre ha sido un patrimonio de los pueblos y nunca ha tenido propietarios que pudieran cobrar a un campesino por utilizar las semillas de sus propias cosechas. La semilla, además de ser un insumo clave para los productores es la base de la soberanía alimentaria: no pueden pertenecer a unos pocos en detrimento de la inmensa mayoría.

Opositores
En varios países del mundo, tanto en países desarrollados como en países en desarrollo, han surgido grupos manifestantes, formados principalmente por ecologistas, algunos científicos y políticos, que se oponen a este tipo de alimentos y exigen la etiquetaje de estos, por sus preocupaciones sobre seguridad alimenticia, impactos ambientales, creencias religiosas, cambios culturales y dependencias económicas. Llaman a evitar este tipo de alimentos, cuya producción involucraría, en su opinión, daños ambientales y sociales. Principalmente se basan en supuestas amenazas para la salud como la resistencia a los antibióticos, ya que muchas plantas transgénicas contienen un gen de resistencia a los antibióticos. Este gen se utiliza únicamente como una marca de la secuencia genética introducida, que permite verificar qué porcentaje de la manipulación genética ha funcionado y cuanto ha fallado.

También se basan en eventuales nuevas alergias, ya que la mayoría de los alimentos transgénicos, contienen genes de virus, bacterias, mariposas e incluso escorpiones. Estos elementos extraños en la dieta de una persona podrían aumentar los riesgos de presentar nuevas alergias, principalmente en los niños y bebes. Sin embargo, tras más de 20 años en el mercado, los transgénicos no han causado ni una sola muerte ni han provocado una sola alergia en humanos, por lo que queda en evidencia que los ataques a los trangénicos por parte de estos grupos carecen de base científica y tienen enteramente una finalidad política.

Advierten también amenazas al medio ambiente, ya que los expertos en genética al no garantizar sobre los efectos ambientales, no podrían prever las consecuencias a largo plazo de la introducción de nuevos genes en el medio ambiente, y habrían riegos intensificados como la contaminación biológica (es decir, la transformación de los cultivos convencionales (no transgénicos) en transgénicos mediante la polinización cruzada, la aparición de supermalezas por la presencia de genes que les otorgan ventajas comparativas, la amenaza a los centros de biodiversidad agrícola mediante el traspaso de genes, la creación de nuevos virus que podrían generar o intensificar enfermedades en las plantas y los posibles en los ecosistemas y otras especies.

Los más usados son la soja y el maíz:
Soja: Harina, aceite, lecitina, mono y digliceridos, ácidos grasos, etc.
Maíz: Harina, almidón, aceite, glucosa, jarabe de glucosa, fructosa, caramelo, sorbitol, etc.
 
En la Proxima Entrada (Alimentos transgenicos en Argentina. Parte 2) todas las Empresas que utilizan Transgenicos..................
----------------------------------------------------------------------------------------------
(Por favor, hacer  CLICK sobre la Publicidad del encabezado de este articulo o sobre las Publicidades del margen derecho, así mantendremos vivo este espacio!) 
Muchas Gracias!!!)
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

0 comentarios:

.
POR AMOR Y RESPETO A LOS ANIMALE
.
.
.
Twitter Facebook Digg Favorites More

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | JCpenney Printable Coupons